Nos pasamos la vida bombardeados con imágenes de cómo debemos vestir. Que si la moda dice esto, que si ahora se lleva lo otro, que si el verano es de tal color, que si el invierno es de tal tejido. A mi nunca me ha gustado que me digan qué ponerme. Ni por activa, ni por pasiva.
Y por pasiva me refiero a que vas a buscar ropa y hay lo que hay. Lo que la industria y las tiendas han decidido que puedes vestir. Va siendo hora de retomar nuestras libertades, ¿no? De decidir qué estampados llevan nuestras camisetas, qué dibujos nuestros pantalones. Aunque eso signifique echar mano de los pinceles...
Para mi sorpresa, aguantan mucho mejor que otros viejos proyectos míos (eso sí, lavándolos del revés siempre). Este post está algo atrasado, son de finales del verano, y aún aguantan perfectamente. Es pintura acrílica normal y corriente, mezclada eso sí con un medio para telas, y aplicada en una buena dosis.
Recordatorio para los que tengan ganas de intentarlo: la pintura acrílica, de por sí, es difícil de sacar. Ojo no os carguéis otra ropa (tengo otros pantalones de mi época de pintar que lo atestiguan!)
Guau! Bueno, supongo que lo de cargarse ropa es inevitable en la fase de aprendizaje...
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